Adjunto noticia publicada por EXPANSION, considero que es importante tener en cuenta en las operaciones de concesiones público-privada, a la hora de cálcular la rentabilidad de los proyectos:"Publicado el 31-05-10 , por J. M. Lamet. Madrid
Fomento ofrecerá a su plan extraordinario una rentabilidad del 8% al 10%. Será la más alta del panorama de las infraestructuras y más del doble que el mejor depósito bancario.
No todo son malas noticias para las constructoras y las concesionarias de infraestructuras. El Ministerio de Fomento ofrecerá una rentabilidad entre el 8% y el 10% a las concesiones de su Plan Extraordinario de Infraestructuras (PEI), según revelaron a EXPANSIÓN fuentes cercanas a la cartera que capitanea José Blanco. Es decir, la mayor del mercado de la construcción de infraestructuras público-privadas no sólo hoy en día, sino “desde hace muchos años”, según fuentes de las concesionarias.
Esos porcentajes son más del doble que los mejores depósitos del mercado (4%), por ejemplo, y están muy por encima del 5,18% que ofrece actualmente la deuda soberana española a 30 años. “Estas rentabilidades se sitúan a niveles internacionales; nos igualan a las de los mercados europeos [de infraestructuras] o a algunas energías renovables [españolas]”, señalan fuentes de las constructoras.
“Es una rentabilidad muy razonable”, según las concesionarias, “porque además fomentará la llegada de fondos de inversión internacionales”. De hecho, según ha podido saber este diario de fuentes de Fomento, ya hay varios fondos que han mostrado apetito por el plan. Además, pese a las fuertes reticencias que muestran en privado por otros asuntos como el rescate de las radiales, Caja Madrid, BBVA y Santander dijeron el jueves en público que tienen “interés” por el plan, gracias a su rentabilidad.
Pago por disponibilidad
El PEI, que se retrasará hasta el último tramo del año (ver este diario del viernes), movilizará 17.000 millones de euros en concesiones de carreteras (a 30 años) y ferrocarriles (a 25 años). La modalidad de pago será por la disponibilidad de las obras. O sea, una vez terminada la construcción, el Gobierno comenzará a abonar un canon a las concesionarias.
La rentabilidad se mide según la TIR de las concesiones. Es decir, la Tasa Interna de Retorno, la media ponderada entre el tipo de interés de la deuda más la rentabilidad que obtiene el concesionario gracias al cobro del canon gubernamental anual, según el estado de conservación de la obra. Y esa deuda (la financiación ajena del proyecto) no podrá ser superior al 80%, por lo que las concesionarias deberán aportar al menos un 20% de recursos propios.
Intereses de más del 6%
Así, los bancos privados, el ICO y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) financiarán las obras con un interés que estaría “en torno al 6,5%” –aunque cada concesión será distinta–, e irán refinanciando el proyecto pasados unos años (muchos optan por hacerlo cada siete ejercicios).
Si la banca exige un 6,5% por financiar el 80% de un proyecto y la TIR es, por ejemplo, del 8,5%, el canon del Gobierno debería aportar a las concesionarias un retorno de más del 15%. Por tanto, el Ejecutivo estaría pagando más de 2.000 millones de euros por poder diferir el impacto presupuestario de las obras del plan. La construcción de las infraestructuras no computará en déficit, pero el pago de los cánones, que comenzará en 2014, sí. Con esto, se aplaza el efecto presupuestario hasta después del periodo de ajustes que exige Bruselas para dejar el agujero de las cuentas públicas en el 3% (desde el 11,2% de 2009).
Preocupación en Seopan
Eso son precisamente los recortes que más preocupan al sector, ya que se llevarán por delante unos 6.400 millones de euros de inversión en obra pública y modificarán el propio programa de concesiones. Para tratar de soportar la tormenta, la patronal de las grandes constructoras, Seopan, ha citado hoy a los principales directivos de sus asociados. El objetivo: explicarles el plan de recortes y consensuar los esfuerzos a tomar. La opción más plausible es la de prestarse a “colaborar” con el Gobierno y apechugar."
Fomento ofrecerá a su plan extraordinario una rentabilidad del 8% al 10%. Será la más alta del panorama de las infraestructuras y más del doble que el mejor depósito bancario.
No todo son malas noticias para las constructoras y las concesionarias de infraestructuras. El Ministerio de Fomento ofrecerá una rentabilidad entre el 8% y el 10% a las concesiones de su Plan Extraordinario de Infraestructuras (PEI), según revelaron a EXPANSIÓN fuentes cercanas a la cartera que capitanea José Blanco. Es decir, la mayor del mercado de la construcción de infraestructuras público-privadas no sólo hoy en día, sino “desde hace muchos años”, según fuentes de las concesionarias.
Esos porcentajes son más del doble que los mejores depósitos del mercado (4%), por ejemplo, y están muy por encima del 5,18% que ofrece actualmente la deuda soberana española a 30 años. “Estas rentabilidades se sitúan a niveles internacionales; nos igualan a las de los mercados europeos [de infraestructuras] o a algunas energías renovables [españolas]”, señalan fuentes de las constructoras.
“Es una rentabilidad muy razonable”, según las concesionarias, “porque además fomentará la llegada de fondos de inversión internacionales”. De hecho, según ha podido saber este diario de fuentes de Fomento, ya hay varios fondos que han mostrado apetito por el plan. Además, pese a las fuertes reticencias que muestran en privado por otros asuntos como el rescate de las radiales, Caja Madrid, BBVA y Santander dijeron el jueves en público que tienen “interés” por el plan, gracias a su rentabilidad.
Pago por disponibilidad
El PEI, que se retrasará hasta el último tramo del año (ver este diario del viernes), movilizará 17.000 millones de euros en concesiones de carreteras (a 30 años) y ferrocarriles (a 25 años). La modalidad de pago será por la disponibilidad de las obras. O sea, una vez terminada la construcción, el Gobierno comenzará a abonar un canon a las concesionarias.
La rentabilidad se mide según la TIR de las concesiones. Es decir, la Tasa Interna de Retorno, la media ponderada entre el tipo de interés de la deuda más la rentabilidad que obtiene el concesionario gracias al cobro del canon gubernamental anual, según el estado de conservación de la obra. Y esa deuda (la financiación ajena del proyecto) no podrá ser superior al 80%, por lo que las concesionarias deberán aportar al menos un 20% de recursos propios.
Intereses de más del 6%
Así, los bancos privados, el ICO y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) financiarán las obras con un interés que estaría “en torno al 6,5%” –aunque cada concesión será distinta–, e irán refinanciando el proyecto pasados unos años (muchos optan por hacerlo cada siete ejercicios).
Si la banca exige un 6,5% por financiar el 80% de un proyecto y la TIR es, por ejemplo, del 8,5%, el canon del Gobierno debería aportar a las concesionarias un retorno de más del 15%. Por tanto, el Ejecutivo estaría pagando más de 2.000 millones de euros por poder diferir el impacto presupuestario de las obras del plan. La construcción de las infraestructuras no computará en déficit, pero el pago de los cánones, que comenzará en 2014, sí. Con esto, se aplaza el efecto presupuestario hasta después del periodo de ajustes que exige Bruselas para dejar el agujero de las cuentas públicas en el 3% (desde el 11,2% de 2009).
Preocupación en Seopan
Eso son precisamente los recortes que más preocupan al sector, ya que se llevarán por delante unos 6.400 millones de euros de inversión en obra pública y modificarán el propio programa de concesiones. Para tratar de soportar la tormenta, la patronal de las grandes constructoras, Seopan, ha citado hoy a los principales directivos de sus asociados. El objetivo: explicarles el plan de recortes y consensuar los esfuerzos a tomar. La opción más plausible es la de prestarse a “colaborar” con el Gobierno y apechugar."